”Sevilla tiene un color especial” – cantan Los del Río en la escena final de Ocho apellidos vascos, recordando el himno oficioso de la Expo’ 92, celebrada en la misma ciudad a la que rinde tributo.
”Que bonito el pabellón de Polonia” – recuerda Merche de la La Exposición Universal de Sevilla, en la escena del autobús procedente de la capital andaluza entrando en el País Vasco bajo la lluvia, con el cielo cubierto de las nubes densas y negras, atravesadas por los rayos de la tormenta. No sorprende que Rafa prefiriera volverse a Sevilla para mostrarnos, en las primeras escenas de Ocho apellidos catalanes, los encantos de la ciudad, yendo por los sitios más emblemáticos de la capital andaluza para después llevar en sus hombros la imagen de la Virgen de la Macarena – patrona de toreros – y enseñarnos la Semana Santa de Sevilla. La magia de esta conmemoración de la pasión de Jesucristo, la descubrieron mucho tiempo atrás, en 1889, los hermanos Lumière, inmortalizando en el celuloide la Semana Santa sevillana. Desde entonces, o sea, desde los principios de cine, la capital andaluza no ha dejado de fascinar, enamorar y seducir a cineastas.
Ya en 1926, Alejandro Pérez Lugín rodó en Sevilla la película muda Currito de la Cruz, pero fue en el 1962 cuando Hollywood llegó a orillas del Guadalquivir. El director británico David Lean eligió la capital hispalense para rodar Lawrence de Arabia.
El rodaje se convirtió en el evento del año. El equipo llegó a Sevilla después de unos meses de rodaje en Jordania, donde se filmaron casi todas las escenas ambientadas en el desierto. Tras esa dura experiencia en la que el equipo soportó las extremas condiciones del desierto jordano, rodar en Sevilla fue un alivio.
El equipo estaba compuesto por más de 70 técnicos. El rodaje en la capital andaluza duró 4 meses, y el rodaje completo, en todas las localidades, ¡casi un año y medio! Qué tiempos aquellos… El cine se erigía con gran impulso, sin escatimar en dinero, y sin mermar el número de dias del rodaje.
El director, el productor Sam Spiegel y los actores protagonistas: Alec Guiness, Anthony Quinn y Omar Sharif se alojaron en el hotel más elegante y más caro de la ciudad, Alfonso XIII (en ese mismo hotel iba a hospedarse la Reina emérita Dª Sofía para no hacerle cambiar las sábanas a una de las figuras de Carmina y amén, que se desarrolla en Sevilla también). El joven Peter O’Toole también durmió en las sábanas del Alfonso XIII, después de haber aceptado el papel rechazado por Marlon Brando, que eligió irse a Tahiti al set del filme Rebelión a bordo dirigido por Lewis Milestone. No fue una buena decisión. Rebelión a bordo no ganó ni un Óscar aunque fuera nominado en siete catagorías. Sin embargo a Lawrence de Arabia le otorgaron siete estatuillas, entre ellas, el premio a la mejor película.

Volvamos a Sevilla. Algunas escenas, como la de la llegada en coche de Lawrence de Arabia al cuartel del general inglés en Jerusalén, recreada en la Plaza de América y la puerta principal del Museo Arqueológico, requerían mucha figuración. Los extras, como suele ocurrir en los rodajes, demonstraban un poco su aburrimiento. Para animarlos, el asistente del director, Pedro Vidal, soltó el rumor de que en el coche iba Antonio Ordóñez – ídolo taurino de la época, muy querido y admirado en la España de entonces. ¿Logró convencerles para estar más activos? Que opinen ustedes al ver la escena.
Todavía en los años 60 del siglo pasado, se rodaron en Sevilla, entre otras, La batalla de Inglaterra de Guy Hamilton y, más tarde, Ese oscuro objeto de deseo de Luis Buñuel, Carmen de Vicente Aranda, Solas de Benito Zambrano o la película 1492: La conquista del paraíso de Ridley Scott con Gerard Depardieu y Sigourney Weaver en los papeles principales.
Ridley Scott regresó a la Sevilla del siglo XXI para rodar algunas escenas de El Reino de los Cielos y George Lucas montó allí el set de Star Wars Episodio II: El ataque de los clones. James Mangold llevó a la capital andaluza a Tom Cruise y Cameron Diaz para que protagonizaran Noche y día y Larry Charles rodó unas escenas de El Dictador.
En cuanto a las producciones españolas del siglo XXI, su Sevilla natal sedujo a Alberto Rodríguez para rodar 7 Vírgenes y Grupo 7. Manuel Martín Cuenca cedió a la tentación de rodar El Autor por el centro de la ciudad. El film se presenta durante la Semana de Cine Español. No faltan en él los sitios de interés de Sevilla, como La Giralda, La Torre del Oro, el río Guadalquivir, el Puente de Isabel II llamado popularmente Puente de Triana y la Plaza del Cabildo, donde se encuentra la puerta de la casa del protagonista. En la plaza hay unos naranjos, que ahora mismo empiezan a florecer. Su dulce aroma de azahar abraza a los transeuntes.
Agnieszka Drewno